El alquiler vacacional ha transformado la forma en que las personas viajan y disfrutan de sus destinos. Sin embargo, los medios suelen presentar una versión sesgada de esta modalidad, favoreciendo al lobby hotelero. En este artículo, desglosaremos los aspectos positivos del alquiler vacacional que no aparecen en los titulares, desde su impacto económico hasta su contribución a la diversificación del turismo.
Por qué las noticias favorecen al lobby hotelero
El lobby hotelero tiene un peso significativo en la opinión pública debido a su poder económico y capacidad para influir en políticas y narrativas mediáticas. Las cadenas hoteleras tradicionales ven en el alquiler vacacional una amenaza directa a sus ingresos y presionan para que éste sea limitado o prohibido. Esta postura no solo protege su oligopolio, sino que también oculta los beneficios que esta alternativa ha traído a las comunidades.
Redistribución del capital: ingresos para las familias
El monopolio hotelero, controlado por unas pocas grandes empresas, se ha visto desafiado por el alquiler vacacional, que ha permitido a familias comunes acceder a ingresos adicionales. Muchas personas han encontrado en esta actividad una forma de complementar sus salarios o incluso de sostener su economía por completo. Este cambio democratiza los beneficios del turismo, permitiendo que el dinero llegue directamente a los ciudadanos en lugar de concentrarse en manos de unos pocos.
Diversificación del perfil del turista y mejora de la calidad
El alquiler vacacional ha atraído a turistas con perfiles muy diferentes al turismo de masas tradicional, especialmente a los llamados "nómadas digitales".
Estos viajeros suelen tener un nivel educativo alto y un poder adquisitivo medio-alto, contrastando con el turismo masivo de bajo costo que, en muchas ocasiones, satura las zonas hoteleras. Esta nueva categoría de visitantes busca experiencias únicas, lo que eleva la calidad y diversifica las opciones turísticas.
Impulso al sector tecnológico en Canarias
El auge del alquiler vacacional ha contribuido a posicionar a Canarias como un destino atractivo para empresas tecnológicas y trabajadores remotos. La presencia de nómadas digitales no solo beneficia a la economía local, sino que también proyecta a las islas como un polo de innovación y desarrollo tecnológico. Este impacto positivo podría convertirse en un catalizador para atraer aún más inversión en tecnología y servicios relacionados.
Regular, no prohibir: el impacto fiscal del alquiler vacacional
Contrario a la narrativa popular, el alquiler vacacional está altamente regulado. Plataformas como Airbnb ya comparten información fiscal con Hacienda, lo que asegura que los ingresos generados sean gravados adecuadamente. En Canarias, se estima que esta actividad ha generado cientos de millones en impuestos, contrastando con el mercado del alquiler de larga duración, donde la evasión fiscal es una preocupación constante. Regular de manera eficiente podría posicionar a las islas como un destino moderno y competitivo, abriendo la puerta a servicios como Uber que, sorprendentemente, aún no operan en la región.
Rejuvenecimiento urbano y sostenibilidad
El alquiler vacacional ha incentivado la renovación de la infraestructura urbana. Propietarios y comunidades invierten en la mejora de fachadas, áreas comunes y sostenibilidad de las edificaciones. Este rejuvenecimiento ha transformado zonas urbanas, haciéndolas más atractivas para residentes y visitantes por igual.
Creación de Empleo
La demanda generada por el alquiler vacacional ha impulsado la creación de empleo en sectores como la limpieza, mantenimiento y servicios auxiliares. Estas nuevas oportunidades benefician tanto a empresas locales como a trabajadores independientes, fomentando una economía más inclusiva.
Transformación de barrios y revitalización económica
En lugares como Las Palmas, donde la planta hotelera es limitada, el alquiler vacacional ha revitalizado barrios enteros. La zona de Las Canteras, por ejemplo, se ha llenado de vida gracias a los turistas y surferos que eligen alojarse en apartamentos locales. Esto ha generado un impacto positivo en el comercio local y ha traído una energía renovada a las comunidades.
Crítica final
Señalar al alquiler vacacional como culpable de la crisis de vivienda es una simplificación que ignora el panorama completo. Aunque existen desafíos, es esencial reconocer los beneficios que esta modalidad ha traído a las comunidades. El verdadero problema radica en la falta de regulación adecuada y en la presión del lobby hotelero para mantener un control hegemónico del sector. En lugar de prohibir, deberíamos enfocar nuestros esfuerzos en regular de manera justa y equitativa para que el turismo continúe siendo una fuente de riqueza y oportunidades para todos.